Uno de los errores más comunes al cambiar cilindros o balatas en el Volkswagen Sedán es no revisar la posición de la patita del freno de mano. Este pequeño detalle puede provocar que los cilindros se revienten o que el tambor entre con mucha dificultad.
1. Revisión inicial de la patita del freno de mano
Cuando el freno de mano queda demasiado ajustado, la patita que acciona las balatas permanece activada, forzando la placa interior. Esto hace que los cilindros trabajen en diagonal, provocando desgaste irregular y pérdida de presión en el sistema de frenos.
Antes de montar los cilindros nuevos, asegúrate de que la palanca de freno de mano esté totalmente libre y que el cable no esté pegado. Puedes verificarlo haciendo palanca con un desarmador: si la pieza regresa libremente, el cable está en buen estado.
2. Aflojado de los ajustadores
Si las balatas están muy cerradas, el tambor no entra con facilidad. Para corregirlo, utiliza la herramienta correcta en los ajustadores —nunca pinzas de presión, ya que dañan la rosca—. Con un desarmador y llave, afloja los ajustadores de ambos lados hasta que las balatas queden libres.
3. Revisión de cilindros y montaje correcto
Con el sistema ya libre, revisa que los cilindros queden centrados y que no estén trabajando de la mitad hacia atrás. Esto garantiza que el movimiento del pistón sea parejo y que no haya fugas por exceso de presión lateral.
Si falta el candado del freno de mano, se puede usar un cincho plástico como sustituto temporal, siempre y cuando el mecanismo quede firme y sin juego.
4. Ajuste final de balatas
El ajuste correcto debe hacerse de forma pareja en ambos lados. Gira los tornillos de ajuste de un lado y del otro alternativamente (una o dos vueltas por lado). De esta manera, las dos balatas se abrirán de forma uniforme contra el tambor.
Cuando las balatas comiencen a rozar ligeramente el tambor, realiza la prueba de “apriete y afloje”: aprieta hasta que la rueda se trabe y luego retrocede hasta que gire libre con un leve roce.
5. Calibración del freno de mano
Con el sistema limpio y purgado, el freno de mano debe sentirse firme entre 6 y 7 clics. Si llega a más de 8, es señal de que las balatas están flojas o los cables necesitan ajuste.
Para calibrar, ajusta por igual ambos cables hasta que las dos ruedas traseras se frenen simultáneamente. Evita apretar solo un lado, ya que esto provoca que el sistema trabaje desbalanceado.
6. Limpieza final y prueba
Antes de cerrar el tambor, limpia las balatas con limpiador de frenos. El líquido de frenos es muy corrosivo y puede dañar el material de fricción si se deja impregnado. Una vez montado todo, realiza una prueba de frenado: las dos llantas deben detenerse al mismo tiempo y sin ruidos anormales.
Conclusión
Un freno de mano mal ajustado puede parecer un detalle menor, pero en realidad afecta la vida útil de los cilindros, las balatas y hasta la bomba principal. Tómate el tiempo para verificar que las piezas queden libres, limpias y bien calibradas.
Tip técnico: en el Vocho, la palanca del freno de mano debe ofrecer resistencia firme entre 6 y 7 clics. Si se pasa de ahí, revisa nuevamente los ajustadores de tambor.
